Como cada domingo, me sonó el celular en la puerta de la casa de Anita: “Chino, venite con el auto que no tenemos como ir”, me decía José casi presagiando una jornada nefasta. Despido a Anita a las apuradas y, después de un besito final, me larga una de sus clásicas e inocentes incongruencias. “¡Chau mi amor, hace muchos goles!”… La miro, me muerdo un poco el labio inferior, y le contesto, resignado: “¡Qué goles querés que haga si yo juego de defensor y ni cabecear puedo!”. Ella se ríe sin darle importancia a mis carentes aptitudes futbolísticas y me da un baño de realidad feroz: “Bueno, cagalos a patadas entonces”, me dice, y se va, relajada y liviana, casi en el aire, hacia su domingo casero. Yo, camino al colegio.
A mi encuentro aparecen La Gata, Sandra (la novia), Neme y José. Apretaditos como canelones se meten en mi Fiat 147 y arrancamos. “¿Podes creer que Lucho no quiso que sean mas de tres arriba del auto porque dice que se le caga la suspensión?”, me dice José casi indignado. “Y encima, uno de esos tres era la novia, así que del equipo solo fue uno con él”, completa Neme, desde atrás, ya un tanto sudoroso por el sol de la autopista y la falta de espacio. Seguimos viaje. En la ya clásica congestión de la Gral. Paz me cruzo con un auto conocido. Bajo la ventanilla, miro, y, cuando el conductor del otro coche me divisa, largo un “¡Maeeeestro!” y levanto mi pulgar mientras hago la mímica de un “¿todo bien?”. El del otro auto me mira y lanza su respuesta de auto a auto: “Flaaaaco, ¿cómo andás?”, grita y sonríe ante el desconcierto de unas viejas que lo acompañaban vaya a saber uno a donde. “Este es cliente mío del kiosco, viene todos los días, je”, explico con un orgullo casi absurdo. El único que me responde es José que dice un breve “Ah” mientras los otros ni mosquean y siguen mirando embolados por la ventanilla.
Llegamos sobre la hora al Cirse. Nos empezamos a cambiar y, a los pocos minutos, sucede lo que denominaremos como “Momento San Cristóbal” del día. De pronto, como si nada, aparece El Bambi caminando al tranquito, derechito por la línea de cal de la cancha y con la expresión del “Perro arrepentido” del Chavo del 8.
Chino: ¿Qué pasa Bambi, todo bien?
Bambi: Si… lo que pasa es que no tengo ‘shortcito’.
Chino: ¡¿Cómo que no tenes ‘shortcito’, boludo?!
Bambi: Armé el bolso ayer y me olvide de ponerlo.
Chino: Pero si lo armaste un día antes, con todo el tiempo que tuviste, ¿¡te olvidas el short?!
Bambi: Si, ya sé… Bueno, de última corto éste y listo…
Chino: (Lo miro bien. Tenía puesto un pantalón largo Adidas original, un toque viejo pero en excelente estado) ¡¿Vos estás loco?! ¿Cómo vas a arruinar un pantalón Adidas? ¡Anda a pedirle a cualquiera que te preste uno!!!
Y se fue, despacito y preguntándole a todo ser humano que pasaba por delante suyo si tenía un pantalón corto de más. Incluso, ya de lejos, pude escucharlo preguntar: “Jefe, ¿adelante de todo venden pantalones cortos?” (estimo yo que haciendo referencia al buffet que hay en la entrada del club).
………………………..
Para decirlo con todas las letras, el partido fue una reverenda poronga. En realidad, para nosotros fue una poronga porque jugamos horrendo y perdimos. Pero, a pesar de eso, hay tres cositas para destacar. Por ejemplo, otro gol absurdo que nos meten.
LA COCINA DEL CHINO - Hoy: “Fórmula para el gol boludo de cada domingo”:
Vierta sobre el campo de juego los siguientes ingredientes: Un pelotazo llovido + la acción del viento cruzado + una cancha en mal estado + el calculo de tiempo y distancia de Cissé + una defensa estática + un delantero veloz = Gol pelotudisimo a los 5 minutos de juego... Créanme: ¡es infalible!
En criollo: Pelota larga y alta, Cissé la quiere embolsar, no puede, se le escapa, todos miran pero nadie marca… Gol de un delantero que siguió la bocha y la empujo en el punto penal.
Otra perlita para destacar fue LA MEJOR JUGADA DE TODOS LOS TIEMPOS:
Creo que ni Angel Cappa con su ‘tiki tiki’ soñó una jugada así: saque de arco rápido para Neme, quién, atorado, se la deja a José. Este toca para el Chino, que, también presionado, devuelve para José; y éste de nuevo con Neme. Neme escala unos metros, toca para Jero, el petiso para La Gata, éste para Sergio, de ahí para Nico Z, de Nico para Bambi y de nuevo para Sergio que manda la bocha a La Gata que la para, le da duro y de lleno dentro del área, y el balón, traicionero y desagradecido por el increíble e irrepetible trato que le dimos, besa el ángulo y se va afuera…
Fueron pases cortos y precisos, en los que ningún rival pudo tocar la bocha y donde casi la totalidad de nuestro team hizo danzar la globa entre sus polvorientos botines.
Merecía ser gol, sin ningún lugar a dudas señoras y señores. Si alguna vez cumplo mi sueño y hago un gol de cabeza, recién ahí tendré algo que contarle a mi futura descendencia (si es que alguna vez tengo, je). Pero si eso no sucede, entonces estoy en condiciones de decir que el fútbol me ha negado el domingo pasado la chance de rememorar por el resto de mi vida aquel gol histórico que con mil y un toques consiga la gloriosa escuadra albiverde.
Por último, CHINO VS BAMBI
Se escapa el partido y la chance descontar el 2 – 4 casi lapidario. El Bambi, hábil volante ofensivo de nuestro querido rejunte, la dominaba a la salida de un corner. La tiene, la pisa, amaga, intenta escapar y la pierde. En ese momento, el Chino, endeble pero noble defensor, estalla como pocas veces en un grito desgarrador: “Maaaaandaaaalooooo” se escucho en todo el predio del Cirse y del otro lado de la Gral. Paz. Y, por supuesto, el Bambi contestó con el orgullo herido: “¡Vení a cabecear entonces! ¡Están todos defendiendo y no hay nadie en el área!”. Cuando nuestro querido defensor divisó el área rival, pudo comprobar la veracidad de los dichos del Bambi, por lo que, de ahora en más, y a pedido de su público (¿?), irá a buscar todos y cada uno de los corners que caigan en el área contraria (todavía no se sabe bien para qué, pero que irá, ¡irá!).
FRASES FINALES:
Chino a José, en el segundo tiempo, perdiendo 2-4 y recordando que había dejado de ir a ver el clásico entre San Lorenzo y River por jugar para el albiverde: “Si San Lorenzo juega otro clásico un domingo que juegue San Cristóbal, no vengo ni en pedo José, olvidate”.
Neme y José, en el primer tiempo:
Neme: Tengo la garganta seca, me cuesta respirar.
Jo: Es por el calor, ahora le pido al árbitro que paremos a tomar agua
Neme: No, que calor, ¡es por la resaca!
Sergio a un rival:
Se estaban manoteando Lucho y mil rivales hasta que finalmente hizo parejita con uno y no pararon de decirse de todo por un buen rato. En una pelota parada a favor de San Cristóbal, y con nuestro volante izquierdo a las puteadas con el rival, fue que el artillero se hinchó las pelotas y decidió cortar por lo sano: “Flaco, por que no le pedís el número de teléfono y siguen discutiendo después del partido, eh”…De más esta decir que esta frase, supuestamente pacificadora, solo generó un revuelo mayor que también lo incluyo a él.
Y así me despido hasta la próxima semana. Ojalá que no se juegue, es finde largo y estoy contracturado che, no jodamos… ¡Saludos sancristobaleanos!
PRÓXIMO TORNEO
------------ LO QUE EL FINDE NOS DEJÓ -------------
El 0-4 frente a Oeste FC dejó dos perlitas para nuestro regocijo:
1) Cuando el 9 definió mano a mano en el segundo gol, Giampol, Neme y Serpentor se esmeraron: "Cissé es un arquero 2-D, es gigante pero cuando el otro pateó era finito y plano..."
2) Terminado el encuentro, tras el decepcionante papel del equipo, Nacho Zavadil le puso color a su pensamiento: "Lo que pasó es los otros, cuando le pegaban, hacían 'ploc' [gesto de impacto seco de la pelota contra su mano] y, cuando lo hacíamos nosotros, hacía 'pif' [gesto de que le erraban]". Sublime. La más cruda realidad.
3) ¿Querían más realidad? Luego de que 2 de los 4 goles del rival los marcase un 9 grandote, torpe y lento, Sampex estalló: "¡NO NOS PUEDE HACER 2 GOLES UN TIPO QUE PESA 120 KILOS!". Tenía razón. Era un armario al que le faltaban 22 cromosomas...Así y todo, nos dejó en ridículo. Prefiero que venga el niño que nos embocó una vez en el Cirse...
1) Cuando el 9 definió mano a mano en el segundo gol, Giampol, Neme y Serpentor se esmeraron: "Cissé es un arquero 2-D, es gigante pero cuando el otro pateó era finito y plano..."
2) Terminado el encuentro, tras el decepcionante papel del equipo, Nacho Zavadil le puso color a su pensamiento: "Lo que pasó es los otros, cuando le pegaban, hacían 'ploc' [gesto de impacto seco de la pelota contra su mano] y, cuando lo hacíamos nosotros, hacía 'pif' [gesto de que le erraban]". Sublime. La más cruda realidad.
3) ¿Querían más realidad? Luego de que 2 de los 4 goles del rival los marcase un 9 grandote, torpe y lento, Sampex estalló: "¡NO NOS PUEDE HACER 2 GOLES UN TIPO QUE PESA 120 KILOS!". Tenía razón. Era un armario al que le faltaban 22 cromosomas...Así y todo, nos dejó en ridículo. Prefiero que venga el niño que nos embocó una vez en el Cirse...
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