Debut internacional del equipo en la Copa NEME (12 de diciembre de 2009 - Estadio Ernst Happel de Viena) - PARADOS: Andrés Lence, Sergio Míguez, Jorge L. Romero, Nicolás Zavadil, Nicolás Espiñeira e Ignacio Zavadil. AGACHADOS: Ignacio Zumbo, Pablo León, Diego Nartallo, Nicolás Rameri y Mauro Vázquez.

PRÓXIMO TORNEO

ESTADÍSTICAS

------------ LO QUE EL FINDE NOS DEJÓ -------------

El 0-4 frente a Oeste FC dejó dos perlitas para nuestro regocijo:

1) Cuando el 9 definió mano a mano en el segundo gol, Giampol, Neme y Serpentor se esmeraron: "Cissé es un arquero 2-D, es gigante pero cuando el otro pateó era finito y plano..."

2) Terminado el encuentro, tras el decepcionante papel del equipo, Nacho Zavadil le puso color a su pensamiento: "Lo que pasó es los otros, cuando le pegaban, hacían 'ploc' [gesto de impacto seco de la pelota contra su mano] y, cuando lo hacíamos nosotros, hacía 'pif' [gesto de que le erraban]". Sublime. La más cruda realidad.

3) ¿Querían más realidad? Luego de que 2 de los 4 goles del rival los marcase un 9 grandote, torpe y lento, Sampex estalló: "¡NO NOS PUEDE HACER 2 GOLES UN TIPO QUE PESA 120 KILOS!". Tenía razón. Era un armario al que le faltaban 22 cromosomas...Así y todo, nos dejó en ridículo. Prefiero que venga el niño que nos embocó una vez en el Cirse...

domingo, 26 de septiembre de 2010

FECHA 5 (Interzonal): San Cristóbal 1 - Falta el Resto 0

Sin explicación. Así podríamos titular esta crónica. ¿Por qué? Por la paradoja que dejan las siguientes preguntas y sus respectivas respuestas: ¿San Cristóbal se llevó mucho premio con la victoria? Si. ¿San Cristóbal mereció la victoria? También. ¡¿Cómo?! Por una parte, el rival dominó el primer tiempo y contó (en todo el partido) con muchísimas ocasiones de gol claras desperdiciadas por ellos mismos; por otro lado, San Cristóbal dominó el segundo tiempo gracias a las modificaciones hechas en el entretiempo y también contó con muchísimas oportunidades hasta que encontró su premio en el cuarto de hora final. El 1-0 sobre Falta el Resto (correspondiente a la 5ta fecha, interzonal con el que ocupaba la cuarta posición de la zona A) catapulta al equipo del sur de la Ciudad en las puertas de la entrada a los playoffs. Con una victoria más (además de los 3 puntos que obtendrá en la última fecha por el abandono del equipo Floresta), asegurará su pase.
Fue un partido raro, ¡rarísimo!, que no impide afirmar lo que se percibe hace muchos encuentros: este San Cristóbal, con ciertas incorporaciones a partir de una reestructuración que se dio en el club antes del inicio de este torneo, es otro cantar. Sólido en defensa (aunque en esta fecha no dio la impresión), con un juego de pelota al pie en el mediocampo, inteligente. Ya deja de asemejarse a un equipo principiante para hacer valer sus condiciones y jugarle de "igual a igual" a quien quiera presentarse. Así, el albiverde sigue con su sueño de conseguir la primera estrella para su corta historia.
El partido comenzó en la nebulosa. Si bien el rival dominaba la pelota y se acercaba hasta tres cuartos de cancha, la pelota no era tratada con cariño por ninguno de los dos conjuntos. Falta el resto trataba de poner la pelota bajo la zuela y jugar, mientras que San Cristóbal la revoleaba sin asco para sacársela de encima. Los delanteros no la aguantaban y los defensores no podrían descansar. Hasta los 14 minutos, no pasó nada. En ese instante, un ataque por izquierda del rival parecía abrir el marcador: nuestro ocasional arquero, Diego "Bambi" Nartallo, salió a cortar bien un pelotazo, la pelota quedó boyando a un costado del área y un delantero rival mandó un centro al área chico con el arquero a mitad de camino. Cuando dos rivales entraban sólos para empujar la pelota, Federico Sampayo se cerró (desde su posición de lateral izquierda) y con un salto descomunal, le ganó a sus rivales dejando sudor y sangre en la acción. Pero la jugada no terminó ahí: la pelota le quedó a otro rival parado por delante del punto del penal quien solo debía esperar mansamente acomodarse para empujar la pelotas al arco, ahora si, totalmente desguarnecido. Increíblemente, el volante rival, con clara tensión, decidió definir de cabeza, entrándole mordido: la pelota se fue al lado del palo derecho, escuchándose el primer "uuuuuuuhhhhh" de la tarde.
Lo más lindo de ese primer tiempo para nuestro amado conjunto se dio a los 26 minutos cuando Nicolás Zavadil, con pelota dominada en mitad de cancha, de espaldas al arco rival, le metió un tunel hermoso (y "riquelmeano") a su marca, lo que mereció un gran aplauso de los asistentes. Pero eso era la única gota de champagne que parecía tener el equipo, aunque se intuía que esto fuese así en el principio: el DT, Nicolás Espiñeira, decidió meter de entrada un equipo duro, rústico, que sepa acomodarse en cancha y analizar al rival. No obstante, no esperaba que los delanteros estuviesen tan desconectados del resto del equipo y que los volantes y defensores no intentasen nunca jugar la pelota a ras del piso como pedía insistentemente el volante izquierdo, Ignacio Zavadil. A los 29 minutos, Falta el Resto, ante el cerrojo que proponía la defensa sancristobaleana, probó por primera vez de afuera del área y la pelota se fue a escasos centímetros por encima del travesaño. Cinco minutos más tarde, pudieron quebrar la línea defensiva y remataron desde dentro del área, pero el Bambi se encontró con la pelota, dando seguridad a sus compañeros. A los 36, otro ataque de ellos: esta vez, agarró mal parado a San Cristóbal y casi factura en una contra. Por suerte, la definición, también dentro del área, se fue por arriba. Dos minutos más tarde, otra clarísima para el rival: luego de un baruyo en el área, un rápido delantero rival mete un centro desde la derecha a baja altura y un delantero se zambulle tirándose de palomita en el primer palo. Por suerte, el cabezazo fue a la posición del Bambi, que bien cubría el primer palo. El rival merecía ampliamente abrir el marcador: merecía el segundo antes que el primero. San Cristóbal no reaccionaba, no encontraba la pelota y sus defensores casi que les suplicaban a los delanteros que retengan un poco la globa con el objetivo de tomar aire. Por suerte, la primera parte culminó en cero.
Por lo visto en la primera parte y analizar las virtudes y defectos del rival, era tiempo de meter mano en el propio equipo, el cual se encontraba ahogándose en una laguna. Así, se decidió armar un mediocampo más técnico y creativo, dejando atrás aquella medular combativa que había perdido el duelo con sus pares rivales. Matías Repetto, quien no había tenido un buen primer tiempo como doble cinco, se paró con unico volante central. Jerónimo Jakob, el otro doble cinco que tampoco tenía una buena tarde, le dejó su lugar al creativo (y a la postre, figura del partido) Adriano Amoroso. A su vez, Pablo Soria, quién le había pedido al equipo y a su DT no jugar más de volante para hacerlo de delantero, entraba en la posición pedida por el volante Pablo Pirola, quien tampoco pudo hacer mucho. Para que Soria vaya de delantero, se dieron un par de cambios posicionales: en principio, enrocaron posiciones por expreso pedido de ambos jugadores el Bambi (que pasó a la posición de volante derecho que ocupaba Pirola) y Sergio Míguez pasó a ocupar el arco. En definitiva, el DT Espiñeira quería despabilar a sus muchachos y darle un envión anímico. La jugada podía salir bien, como también podía generar un mayor desequilibrio en la medular y propiciar una derrota. Pero el que no arriesga, no gana. De esta forma, San Cristóbal presentaba para la segunda parte un equipo más ofensivo, con mayor movilidad, y preocupándose por el arco de enfrente más que por el arco propio.
Los primeros segundos ya mostraron el cambio de actitud: San Cristóbal se hacía dueño de la pelota y se mostraba agresivo en el buen sentido. A los 2 minutos, Nacho Zavadil probó de afuera del área y la pelota se fue apenas por encima. Dos minutos más tarde, su hermano Nicolás, se encontró (tras un saque del arco largo de Míguez) con la pelota picando mano a mano con un arquero que salía desperadamente: lamentablemente, el delantero se nubló al no esperar esa situación y se durmió, dejándose comer por un rival. San Cristóbal era incisivo y ataque por ambas bandas. Repetto se hacía dueño de la recuperación del balón (terminó haciendo un gran encuentro a pesar del flojo primer tiempo), Nacho Zavadil seguía con una buena tarde y los ingresados Amoroso y Soria le daban juego, frescura y circulación al equipo. Pero, a los 10 minutos del complemento, el rival, tras un corner, de vuelta estuvo al borde de abrir el marcado cuando un defensor cabeceó directo al posteo y la pelota coqueteó con el gol al permanecer en el área chica hasta ser despejada con angustia. Cinco minutos después, Federico Sampayo, quien ya encontraba para entonces una autopista por su sector, probó de afuera y la pelota pasó cerca del arguero. Luego de un primer tiempo peleado, luchado, donde la pelota era mal tratada y los espectadores preferían ir al cine con sus parejas, el segundo tiempo mostró todo lo contrario: juego, ocasiones de gol, ritmo vertiginoso, el mediocampo como zona de paso fugaz. Sinceramente, una parte complementaria inmejorable. Un minuto después de la de Fede, Nico Zavadil probó también de afuera y la pelota se fue a un metro del palo izquierdo. Dos minutos después, los rivales cabecearon al travesaño. El partido tenía un partido frenético y sorpresivamente seguía con los arcos vírgenes. A los 20, Nacho Zavadil pasó fenomenalmente entre dos rivales que lo marcaban sobre el punto central de la cancha y abrió la pelota a la izquierda para Soria. Éste, antes de que un defensor lo cruzará desesperadamente, ensayó un remate que se fue cerquita del primer palo del arquero. Un minuto después, y apenas ingresado, Nicolás Rameri recibió una gran asistencia y enfrentó mano a mano al arquero. Pero nuevamente un delantero nuestro se nubló, tardó en definir, y el arquero lo atoró, impidiéndole el grito de gol.
A los 25, una gran contra albiverde encontró a Fede Sampayo penetrando en el área por su andarivel y sacando un furioso remate que fue espectacularmente sacado por el portero rival. El gol estaba llegando, se encontraba tan sólo a una estación de distancia ya que dos minutos más tarde, por fin llegó la apertura del marcador. Buena pelota para el pique del volante derecho Rameri por derecha, quien aprovecho su velocidad y fue hasta el fondo. Amoroso, quien ingresaba al área e iba a buscar al primer palo, detuvo su marca para hacerse más visible al compañero que llevaba el balón. Rameri, lúcido, metió el pase atrás para Amoroso, quién, con una tranquilidad envidiable, paró el balón, estableció sus objetivos, y efectuó un disparo aparentemente manso pero con mucha comba (a baja altura) al segundo palo. La pelota parecía fácil para el portero, pero el mismo estaba tapado por dos compañeros. Cuando quiso reaccionar, era tarde: la pelota entraba en el ángulo inferior derecho, desatando el festejo loco en el banco de suplentes. El goleador, sin embargo, atinó a agachar la cabeza y volver al medio campo con la satisfacción del deber cumplido. GOLAZO. Obviamente, todos sus compañeros fueron rápidamente a felicitarlo y a agradecerle tremenda gesta.
Posteriormente, llegó otro cambio (como se puede apreciar en la foto, tras el festejo, reingresaba Jakob a la cancha en lugar de Nacho Zavadil quien había fundido motores) para acomodar el equipo en defensa y aplicar algo que por San Cristóbal es un ritual: el catenaccio. Sin embargo, el equipo no pasó zozobra hasta el minuto 35 cuando, tras un corner, el rival vuelve a comerse el gol cuando, después de varios rebotes en el área, un defensor definió apurado por sobre el travesaño cuando tenía todo el arco a su disposición. Previamente, San Cristóbal pudo haber estirado la ventaja con dos penales que fueron obviados por el árbitro, ambos por mano rival en el área. No obstante, en uno de ellos la jugada siguió y el ingresado Nicolás Sergi no pudo definir debajo del arco tras la asistencia de N. Zavadil, escapándosele la pelota por debajo de la suela. Una lástima. Cuando faltaban dos minutos, San Cristóbal hacia gala de su momento y seguía buscando: así fue como Rameri remate cruzado entrando al área por derecha y Soria, quien había prometido un gol en el sabado anterior al encuentro, entrando por el segundo palo, punteó la pelota y se predisponía a festejar, pero la caprichosa salió besando el vertical. El albiverde terminaba a puro lujo el partido, perdiéndose goles y sabiendo que ya lo tenía cocinado.
Una victoria que se cotizó en oro. Charlando posteriormente al encuentro con los protagonistas, todos coincidían en que es la primera vez que el equipo gana un partido de estas características y que, sobre todo, puede cerrar un partido tan luchado sin sufrir y meterse en un arco sobre el final. Eso definitivamente se logró por la preeminencia del buen pie sobre la lucha, decisión estratégica que salió bien. Por otro lado, es menester trabajar en la obediencia táctica y en las marcas: no se llevó a cabo nada de lo que se dispuso via mail en materia de pelotas paradas en contra. Así, cada corner rival era una puñalada y los rivales ganaban siempre de arriba. Factor a trabajar con urgencia si se quiere seguir protagonizando el torneo.
Para cerrar esta crónica, el capitán Gabriel Esplugas deja sus palabras sobre el triunfo sancristobaleano:

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